Hay que vivir despiertos y con los ojos abiertos a todo lo que sucede en nuestra vida. Y es importante estar alerta con aquello que la vida nos trae para poder responder de la mejor manera posible.
Y estar alerta no es vivir con desconfianza ni es estar con la escopeta cargada, como suele decirse. Y, mucho menos, es vivir con miedo y desde el miedo.
Hay quien desdeña estar atento o alerta porque piensan que eso es una falta de confianza, que basta con creer que todo está bien y que no hay nada más que hacer.
En esto, como en tantas cosas, los animales son grandes maestros, saben vivir alerta a lo que sucede sin necesidad de activar el miedo salvo cuando lo necesitan.
El vivir atentos también nos permite vivir de una forma más profunda y madura todo lo que nos pasa, y nos permite acceder a una mayor comprensión de todos nuestros procesos vitales.
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