El cambio global es un cambio participativo que hacemos entre todos.
Y no se trata ya de realizar un proyecto de cambio en el que coincidamos o en el que haya un consenso generalizado.
El cambio que se está produciendo es un cambio hacia una vida más armónica con el orden interno del universo, con el sentido profundo de la vida.
Y no se construye diseñando nada exterior sino a través de un serio y riguroso trabajo interior e individual que nos permita ver que impide la armonía en nosotros, que nos permita ir ordenando y armonizando nuestro campo y nuestra vida.
Por eso, la responsabilidad con nosotros mismos y nuestra labor en estar lo más armónicos posible, es nuestra mejor contribución al cambio colectivo. De hacerlo así, aportaremos orden allí donde nos encontremos
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