Hay determinadas noticias que despiertan una importante alarma social, y son, precisamente esas noticias, a las que más importancia se les da.
Ahora bien, nuestra disyuntiva va a ser siempre la misma, la de elegir si queremos vivir en el amor o en el miedo. En la desconfianza permanente o en la confianza.
Y de eso dependerá lo que aportemos a nuestra sociedad. Porque el miedo no sólo lo provocan los agresores sino todos aquellos que se dejan llevar por él.
¿Qué fomentan los noticiarios que escuchamos? ¿el miedo o la confianza? ¿Nos sirve para algo ese miedo? ¿Nos lleva acaso a vivir en una sociedad más segura?
Me niego rotundamente a vivir en el miedo permanente porque el miedo nos incapacita y nos hace sumisos, nos anula como personas y nos impide amar. Es siempre la confianza lúcida y despierta la que nos lleva a continuar en positivo hacia adelante.
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