Nada cura tanto como el Amor.
La enfermedad es una muestra de desarmonía en nuestro cuerpo, de desequilibrio. Y el Amor es la muestra más clara de la coherencia y la armonía.
Cuando amamos realmente, sentimos la unión con el otro, con lo otro, y sobre todo la unión e integración en nosotros mismos.
Cuando no sentimos ese amor, nos sentimos separados y diferentes del otro, y solemos remarcar esas diferencias, tanto para sentirnos superiores como para sentirnos inferiores con una admiración poco natural.
Pero sobre todo, lo que más ocurre cuando no sentimos Amor, es que no nos sentimos Uno con nosotros mismos y tenemos una lucha interior contra aspectos no integrados de lo que somos.
Es por eso que en realidad nada cura y nada nos cura tanto como el Amor.
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