Para poder ser nosotros mismos hemos de estar dispuestos a mantenernos firmemente en nuestro propio camino y a no seguir el que otros nos marquen.
Hemos de saber que todos solemos tener expectativas hacia los demás, y por lo tanto que los demás también las tienen con respecto a nosotros.
Y si queremos seguir nuestro camino y desplegar todo nuestro potencial, hemos de estar activamente dispuestos a defraudar las expectativas de los demás, en especial de nuestra familia o las pretensiones de un sistema social que ha buscado encasillarnos.
Digo esto porque, durante siglos y generaciones, los padres tuvieron la potestad de decidir completamente el futuro de sus hijos, y se consideraba a los hijos como algo propio, como una prolongación de ellos mismos.
Esto va cambiando a base de la labor de muchas personas que están dispuestas a hacer su camino, más allá de lo que se espere de ellos, y dispuestas a atravesar los sentimientos de culpa inducida que esto les pueda conllevar.
Es con esa actitud valiente, como facilitan a los demás el que también puedan hacerlo, como van ayudando a cambiar la mentalidad del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario