Estamos en la Tierra y en el mundo y hemos de conocer las reglas del juego que se dan en este tablero.
Hay quienes insisten, en su concepción espiritual, en rechazar todo lo que tiene que ver con el mundo, los que buscan una marginalidad de este mundo para no verse "contaminados".
No comprenden que nuestro inconsciente está profundamente impregnado de todo lo mundanal y que hemos venido a la Tierra a experimentar, precisamente, lo que es vivir en este mundo.
La clave está pues, siempre según mi opinión, en movernos en el mundo sin estar disueltos en él, comprendiendo que es un simple juego que no ha de verse como una realidad eterna y absoluta, sino simplemente como una realidad temporal y relativa
Se trata de recordarnos realmente como el espíritu que somos, pero sin dejar de vivir la experiencia temporal y limitada en la que hemos venido a aprender. Estar en el mundo pero sin ser del mundo.
Hay quienes insisten, en su concepción espiritual, en rechazar todo lo que tiene que ver con el mundo, los que buscan una marginalidad de este mundo para no verse "contaminados".
No comprenden que nuestro inconsciente está profundamente impregnado de todo lo mundanal y que hemos venido a la Tierra a experimentar, precisamente, lo que es vivir en este mundo.
La clave está pues, siempre según mi opinión, en movernos en el mundo sin estar disueltos en él, comprendiendo que es un simple juego que no ha de verse como una realidad eterna y absoluta, sino simplemente como una realidad temporal y relativa
Se trata de recordarnos realmente como el espíritu que somos, pero sin dejar de vivir la experiencia temporal y limitada en la que hemos venido a aprender. Estar en el mundo pero sin ser del mundo.
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