Hay en todos nosotros una fuerte resistencia a salirnos de aquello que conocemos, de la denominada zona de confort.
Por eso la vida muchas veces nos hace un favor y nos saca bruscamente de ella. Y eso es algo que pasa tanto a nivel individual, con sucesos inesperados, como a nivel colectivo, con la caída de potentes referentes sociales.
Nos guste más o nos guste menos, la vida es cambio y es importante la actitud interna que tomamos frente a ese hecho.
Podemos vivir asustados y buscando garantías, zonas de seguridad, blindajes frente a esos cambios, lo cual nos conlleva vivir en el miedo.
O relajarnos y disfrutar de la aventura, con la curiosidad pura de un niño fascinado por las nuevas experiencias y por lo que aprende de ellas. Desde una íntima sensación de confianza en nosotros, en los demás y en la propia vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario