Las guerras de nuestro tiempo son psicológicas más que físicas. Es en el nivel mental dónde hoy en día más se intenta dominar a las personas.
Por eso es tan importante madurar y ser capaces de reflexionar por nosotros mismos y extraer nuestras propias conclusiones.
Porque, cuando no lo hacemos así, nuestros pensamientos no serán sino fruto de las influencias externas que más nos manipulen.
Estamos desengañándonos de muchas cosas, pero eso no es sino una invitación a no creernos nada sin experimentarlo por nosotros mismos, a aprender a confiar más en nuestro propio criterio que en lo que nos viene de afuera.
Porque también los cambios llegan a través de una forma distinta de pensar el mundo.
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