Es conveniente estar atentos en el tema de no buscar la aprobación ajena. Y sería interesante preguntarnos también en qué personas de nuestro entorno buscamos aprobación.
También puede ser más fácil verlo a través del hecho de observar a qué personas intentamos complacer con nuestros actos o con nuestras palabras, porque en el fondo eso es también una búsqueda de aprobación.
El feedback o la retroalimentación a través de los demás es algo muy positivo que nos ayuda a conocernos mejor y a poder corregir errores.
Pero eso se hace de forma natural, desde el comportamiento honesto y coherente de lo que sentimos, no actuando en busca de la respuesta del otro.
Es clave saber que no necesitamos aprobación, y que la opinión de otras personas sobre nuestra vida nunca puede estar por encima de la nuestra. Y saber también que las correcciones que hagamos, las haremos porque lo vemos como una mejora para nosotros, no porque se nos insista desde fuera.
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