La alegría se vive en el instante, no hay en ella premeditación sino que es una emoción que surge de nuestro interior y casi sin darnos cuenta.
No es la ilusión que me produce algo que va venir, ya que en esos casos es más mental y artificial, menos espontánea.
Ni tampoco es la diversión que suele ser, en muchos casos, una forma de evadirnos de nuestra realidad y algo que es buscado intencionadamente, y que nos viene del exterior.
La alegría es natural, espontánea y los niños suelen manifestarla de forma habitual. Y se manifiesta más en nuestra vida cuando tenemos una sana relación con nuestro niño interior.
La alegría no depende tanto de las circunstancias externas que tengamos, como de nuestra situación interna y nuestra capacidad de vivir con intensidad el instante presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario