Muchas veces nos quejamos de lo mal que nos trata nuestra pareja, o de que, con lo que nosotros le queremos, lo poco que él o ella nos quiere.
Y aunque no nos demos cuenta, o pensemos que no es así, en realidad son un espejo de lo poco que nos queremos a nosotros mismos.
Si elegimos estar o permanecer con alguien que nos trata mal es una prueba clara de nuestra falta de autoestima.
Y si queremos a quien no nos quiere nos muestra también la falta de cariño que nos tenemos a nosotros mismos y es, en muchos casos, precisamente eso lo que nos atrae del otro.
Es, cuando evolucionamos y vamos sanando la relación con nosotros mismos, que de repente nos damos cuenta de que ni merecemos ni queremos estar con quien no nos trata bien.
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