Es importante la cuestión de la asertividad, el ser capaces de expresar lo que sentimos sin dañar a los demás.
Es como una especie de arte que refleja un adecuado nivel de autoestima, refleja que nos encontramos tranquilos y seguros de nosotros mismos.
Callarnos para no molestar es una señal de baja autoestima y de que tememos el rechazo del otro.
Usar la agresividad para defender lo que pensamos, sentimos o queremos es, en realidad, también una muestra de debilidad e inseguridad ante la discrepancia de los otros.
Cuando estamos centrados y seguros de nosotros mismos podemos mostrar nuestra posición con firmeza y sin agresividad, sin necesidad de enfrentarnos o querer polemizar con el otro, respetando también su criterio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario