sábado, 23 de febrero de 2019

EL DESEQUILIBRIO DE NO ACEPTAR.



Nos cuesta darnos cuenta de que la no aceptación de la realidad es una especie de desequilibrio mental.

Porque, cuando queremos transformar algún aspecto de la realidad, sólo puede hacerse desde el conocimiento y la aceptación de esa misma realidad.

No podemos transformar las cosas construyendo castillos en el aire, con nuestras fantasías y sin el soporte real de lo que se quiere transformar.

No aceptar la realidad es pretender que mi concepción de la realidad está por encima de la realidad misma, que es más exacta y verdadera. Como si no aceptar la realidad fuera a hacerla diferente y por arte de magia y ésta pudiese ajustarse a nuestros deseos. 

Observemos qué nos cuesta aceptar de la realidad, e investiguemos el desequilibrio que se esconde tras ello.

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