Me considero ciudadano del mundo, y como tal considero que cualquier persona de cualquier lugar del mundo es paisano mio.
Y considero también que cualquier persona tiene legítimamente los mismos derechos que pueda tener yo, aunque legalmente pueda no ser así.
Considero que toda persona tiene derecho a buscar su felicidad y su autorrealización, independientemente del lugar en el que haya nacido.
Me resulta altamente sospechoso que algunos tiendan a culpar de su propia infelicidad y de sus males a aquellos que menos pueden defenderse.
Y siento profundamente que el hecho de que cualquier persona sea realmente feliz, es bueno para mí y para mi propia felicidad y que, de ningún modo, eso es una amenaza a la misma.
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