Para ser personas coherentes necesitamos conocernos a nosotros mismos.
Uno de los problemas de la incoherencia es que nuestros actos no se corresponden con lo que decimos o creemos pensar.
Y muchas veces eso sucede porque la imagen que tenemos de nosotros mismos no se corresponde apenas con nuestra auténtica realidad, es sólo una idea que hemos construido.
En esos casos, lo que pensamos tiende a ajustarse a la imagen ideal consciente y los actos a esa realidad que somos inconscientemente. Y la incoherencia se produce entre nuestro consciente y nuestro inconsciente.
Nuestros actos suelen ser reflejo de como piensa nuestro inconsciente y es, ése inconsciente, el que hemos de conocer bien para poder madurar y para llegar a ser más coherentes en nuestra vida.
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