Es importante comprender y profundizar sobre la vida y sobre todo lo que implica y significa, pero sin que eso signifique que nos tengamos que tomar todo demasiado en serio.
El sentido de juego y de disfrute, de alegría infantil, es esencial para que la vida tenga mucho más color.
Aprender a reírnos también de todo, a sacar una sonrisa pase lo que pase, porque tenemos claro que eso que está pasando también pasará y se convertirá por ello en pasado.
Para no caer nunca en ese exceso de drama al que somos tan propensos, porque el drama implica siempre una visión que no acepta partes de la realidad tal cual son.
Y porque la vida, aunque muchas veces nos parezca lo contrario, tiene mucho de juego, y también porque, a veces, la trascendencia está realmente donde menos te la esperas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario