miércoles, 24 de mayo de 2017

EL VALOR Y LA VALORACIÓN



Realmente desconocemos nuestro valor real, como también desconocemos la dimensión y el alcance de nuestro potencial.

En nuestra sociedad, nos valoramos en función de lo que nos hayan valorado. Y la valoración nos viene siempre del exterior en forma de aprobación o reprobación

Una valoración que siempre estaba sujeta a la obediencia y a si complacíamos o no a la persona o grupo que nos iba a valorar. 

Hemos usado nuestra facultad de aprobación de los demás para intentar obtener algo de ellos, y lo mismo han hecho los demás con nosotros. Y encima hemos ligado eso siempre al tema de ser o no merecedores de amor.

Ya es el momento de soltar cualquier necesidad de aprobación ajena, y de, en nuestra vida, ser lo suficientemente generosos como para, aún cuando no aprobemos algunas actitudes porque no las compartamos, sí saber aprobar y valorar a todas las personas sin excepción, por su valor intrínseco que, dicho sea de paso, es también el nuestro.

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