El miedo nos impide ver nuestra fuerza y nuestra capacidad para afrontar obstáculos. Y, a la vez, nuestro miedo es resultado de no ser capaces de ver nuestra fuerza.
Es un círculo vicioso en el que nos sentimos muy vulnerables frente a los peligros externos, algo que, muchas veces, pretendemos neutralizarlo buscando una seguridad que también sea externa.
Mientras más hagamos eso, más reforzamosnuestra desconfianza en nuestros propios recursos internos para superar los obstáculos.
Por eso una de las claves para superar los miedos es atrevernos a desafiarlos, atrevernos a enfrentarnos a los peligros yendo más allá de nuestro miedo, no dejando que ese miedo nos domine y paralice.
Hemos de saber que somos mucho más fuertes de lo que nos pensamos y que nuestro problema real no es la falta de fuerza sino, casi siempre, nuestra falta de confianza en nosotros mismos.
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