sábado, 28 de abril de 2018

EL AMOR COMO COMPENSACIÓN.


Hacemos del amor al otro un intento de compensar la falta de amor que sentimos por nosotros mismos, y evidentemente eso es algo que no nos funciona.

Cuando el amor o el desamor me hacen sufrir es porque la relación conmigo mismo es bastante insana.

Y esto es algo que resulta curioso, una de las mejores formas de sanar la relación con nosotros mismos es a través del espejo del otro, a través de lo que de mí veo en el otro.

La clave es siempre no proyectar en el otro lo que no hemos resuelto en nosotros, sino ser conscientes de que lo que provoca reacción en mí, en mi relación con ese otro, es lo que, precisamente, tengo que mirar y resolver.

El otro es perfecto tal y como es, y es, comprendiendo eso, como vemos que nosotros somos perfectos tal y como somos. Evolucionamos, no por nuestra imperfección, sino para recordar lo que en nuestra inconsciencia olvidamos: que siempre fuimos perfectos.

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