miércoles, 6 de marzo de 2019

CAMBIAR DÁNDOSE CUENTA.



Los cambios internos vienen, muchas veces, a partir de que nos damos cuenta de que alguna actitud interna no nos conviene o nos hace daño.

Y para eso es importante estar atento a cómo nos encontramos y a la relación que ese estado de malestar tiene con algo que hacemos o dejamos de hacer nosotros.

Porque buscar al culpable fuera no nos sirve para nada, es un absurdo que nos sume en la impotencia y en la proyección, que no provoca ningún cambio real sino que precisamente lo evita.

Si queremos cambiar de verdad hemos de abrir los ojos y darnos cuenta de aquello que merece ser cambiado en nosotros. Y esto es esencial para que los cambios sean positivos y no fruto del simple desgaste.

Nadie puede corregir nuestros errores sino nosotros mismos y sólo podemos hacerlo cuando nos hacemos conscientes de ello y los vemos como tales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario