Mi concepto de las relaciones es fluido, no rígido. Al igual que la relación que tengo conmigo mismo.
No necesito definirme demasiado, pues soy consciente de que cuando nos definimos nos limitamos y nos alejamos de la realidad permanentemente cambiante que somos.
Lo mismo pasa con las relaciones. Para mi van cambiando en la medida en que nosotros vamos cambiando y evolucionando.
Y, así, relaciones que ocupaban una primera línea, pueden pasar a ocupar un lugar más secundario en nuestra vida porque, en ese momento, nuestros caminos e intereses viajan en diferentes direcciones.
Y no hay ninguna necesidad de cerrar ninguna puerta ni de fijar nada, porque en cualquier punto, nuestros caminos e intereses pueden volver a juntarse. Todas las relaciones tienen su importancia y, a la vez, ninguna de ellas es absolutamente imprescindible.
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