lunes, 25 de marzo de 2019

MADUREZ Y AUTONOMÍA.



La madurez personal está ligada a nuestra autonomía y al hecho de sentirnos responsables y protagonistas de nuestra vida.

Por eso, cuando nos sentimos víctimas de las circunstancias o de las acciones o decisiones de otras personas y no hacemos nada al respecto sino quejarnos, actuamos de una forma claramente inmadura.

La persona madura debe centrarse en lo que puede hacer en cada circunstancia, y no estar obsesionada con aquello que escapa a su competencia.

Y cuando una persona es mayor y tiene la necesidad de ser asistido por sus problemas físicos, salvo enfermedad mental, ha de seguir siendo el responsable de su vida y no ceder ese poder a otros.

Porque esa asunción de responsabilidad es nuestra fuente de poder y la base de nuestra libertad. Y porque, de esa manera, es cuando estamos capacitados para relacionarnos con los demás de una forma más profunda y libre.

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