viernes, 25 de mayo de 2018

MIEDO Y VICTIMISMO.



Cuando nos sentimos víctimas de algo, cuando pensamos que el daño nos viene de fuera, seguimos en la mentalidad infantil, en el niño que se vive como indefenso y vulnerable ante los peligros externos, dependiente de lo que otros hagan o decidan.


Hay personas que piensan que quejarse sirve para desahogarse de la tensión interna que se tiene, pero no es así, porque lo que hacemos es justificar nuestro malestar, buscarle razones externas.

Y eso nos impide ver las causas internas no resueltas que tiene el malestar, impide realmente su sanación.

Es el miedo el que alimenta el victimismo, pero también es el victimismo el que alimenta el miedo en un eterno círculo vicioso. 

Hemos de asumir nuestra vida de una forma madura, conscientes de nuestro poder y responsabilidad, y, simplemente, corregir aquello que sintamos que debe o puede ser corregido.

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