sábado, 12 de mayo de 2018

MIRAR ADENTRO.


Cuando no hemos sanado determinados problemas que arrastramos de nuestra infancia, buscamos que desde el exterior se nos compense por lo vivido.

Vamos buscando en otros el amor, la atención o la aprobación que no tuvimos en ella. E intentamos manipular la realidad para que se ajuste a nuestras carencias.

Y el estar tan pendientes de aquello que busco fuera nos impide centrarnos en nosotros mismos, conocernos y aprender a atender nuestras necesidades.

Cuando no nos conocemos a nosotros mismos miramos y juzgamos la realidad desde esas necesidades no resueltas, nuestra mirada está demasiado condicionada por todo ello y no puede ser clara.

Para poder madurar, tener una vida más plena, con relaciones más auténticas y poder así desplegar nuestro potencial interior, es esencial en todo punto responsabilizarnos de lo que nos sucede y de nuestro propio proceso de sanación personal.

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