Cuando tenemos un malestar interno, ansiedad, tristeza, enfado, etc, es que hay algo que necesita ser corregido, una llamada a asumir nuestra responsabilidad en la solución de ese problema.
A veces simplemente puede ser la forma en la que estamos mirando un determinado problema, o nuestra incapacidad para asumir algo que estamos viviendo.
Es por ello una oportunidad para crecer y evolucionar a través de la solución y sanación de la causa que se esconde tras ese malestar.
Y, sin embargo, muchas veces lo que buscamos es simplemente que nos quiten los síntomas, aunque el desequilibrio siga ahí y el desorden que lo provocaba también. Y eso supone seguir adormeciendo nuestra consciencia.
Hemos de tener claro qué es lo que buscamos cuando nos sentimos mal, si lo que queremos es ir a la causa del problema y solucionar o lo único que deseamos es que otros alivien nuestros síntomas y que todo siga igual.
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