H. Hesse decía vida es como un camino hacia nosotros mismos. Realmente es un camino que nos va llevando por distintos sitios y lugares y que hace que vayamos conociendo distintos tipos de compañeros de viaje.
Cada camino es propio, aunque algunos compañeros de viaje nos acompañen en grandes tramos y su presencia sea muy importante y enriquecedora en nuestro camino.
No podemos dejar de hacer nuestro camino para complacer a otros o para no molestarles, porque nuestro camino es sagrado y pide ser respetado y porque no tiene mucho sentido seguir el camino de otros.
Y hemos de respetar y comprender el camino de otros que deciden experimentar cosas distintas a nosotros, o el de aquellos que se limitan a seguir los caminos marcados.
Procuremos viajar con los ojos abiertos a todo lo que nos va sucediendo y a los aprendizajes que cada etapa del camino nos va aportando, porque cada viaje es único e irrepetible.
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