Lo que sentimos hacia las demás personas es también lo que sentimos hacia la Madre Tierra, y lo que sentimos hacia Ésta es lo mismo que sentimos hacía los demás.
Si tenemos una concepción instrumental de los demás en la que intentamos utilizar a los demás para obtener aquello que creemos necesitar, también lo hacemos con el Planeta.
Si sentimos que los demás son ajenos a nosotros y que lo que les suceda no nos afecta, pensamos también que lo que le pase al Planeta no nos afecta tampoco.
Y, al contrario, cuando sentimos un auténtico respeto por los demás, ese respeto es extensible hacía la Madre Tierra y hacia todos sus seres.
Y cuando sentimos que todos formamos parte de lo mismo y de que el otro y yo compartimos una misma realidad, nos hacemos conscientes de que somos parte de la Tierra y que lo que le hacemos a Ella y a los demás, nos lo hacemos realmente a nosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario