A veces, cuando hablas de algo que se sale de lo común, o que supone una investigación sobre la realidad desde una perspectiva diferente a las habituales, las personas manifiestan rechazo.
Les saltan sus miedos y resistencias a salir fuera de lo conocido y de lo que controlan, les asusta que la vida pueda ser otra cosa de lo que están convencidos que es.
Entonces, uno ha de permanecer en calma,tranquilo, fiel a sí mismo y con las puertas y ventanas de su corazón completamente abiertas.
Porque así es posible que, cuando el susto vaya pasando, se atrevan a asomarse un poco por ellas y estén más dispuestos a escuchar, aunque sólo sea eso, aquello que has investigado.
Porque siempre será, más allá de las palabras, nuestra actitud y nuestra propia presencia la que más eficaz y honestamente hable por nosotros.
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