Nuestro malestar emocional o el que estemos pasando por un mal momento, NUNCA justifican nuestras actitudes.
Podemos comprender que detrás de actitudes como la falta de respeto, el mal humor, la agresividad, el autoritarismo, la violencia, la irresponsabilidad, la queja constante, etc. hay siempre un malestar emocional interno que lo provoca, o que sea la forma en que el otro tiene de expresar ese malestar
Pero eso no hace que dejen de ser falta de respeto, mal humor, agresividad, autoritarismo, violencia, irresponsabilidad, queja constante etc. Y venimos de una cultura en la que era normal que eso se expresase en la familia, con los más cercanos, porque la familia lo soportaba todo.
Por respeto a nosotros mismos no hemos de tolerar eso en nuestra vida, aunque comprendamos profundamente que el otro se encuentra mal y que es la forma de expresión que encuentra, no deja de ser una forma tóxica e inmadura que no beneficia a nadie.
Porque, por suerte, la cultura ya va cambiando, ya no se tolera todo y nuestra forma de comportarnos tiene siempre consecuencias claras en la continuidad o no de una relación.
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