El ser humano tiende a repetirse y a repetir la forma en que reacciona en las distintas situaciones en las que se encuentra. Y mientras más se repite, más se refuerza la tendencia.
Lo hacemos de forma inconsciente, al igual que los demás animales, aunque nuestras repeticiones sean más sofisticadas y desordenadas.
Y por eso muchas veces cambiar nos parece algo tan tremendamente difícil, porque repetimos y repetimos patrones aprendidos y heredados.
Tan sólo un acto de profunda consciencia personal que nos lleve a darnos cuenta del patrón de repetición y del daño que nos supone, nos puede conducir al cambio y al acceso a nuevas formas de respuesta.
Y eso es algo que sólo lo puede hacer uno por sí mismo. Por eso desde fuera pueden ayudarnos o animarnos a cambiar pero nunca hacer el cambio por nosotros.
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