La clave es aprovechar todo para conocernos a nosotros mismos, incluidas las críticas que desde fuera nos hagan.
Se suele decir que lo que nos molesta es siempre reflejo de algo nuestro, y realmente es así. Por tanto, cuando alguien nos critica suele estar mostrando algo que no reconoce en sí mismo y que tiene que trabajarse.
El darnos cuenta de eso permite que en lugar de ir viendo y diciendo lo que nos molesta de los demás, la paja en el ojo ajeno, nos miremos hacia dentro y veamos la viga en el nuestro
Pero eso no quita que no sea adecuado también hacer caso a las críticas de los demás para ver lo que los otros perciben de mí y cuestionarme objetivamente y sin reproche si hay algo real en ello o no.
No hacerlo y pensar sin más: "Lo que me dice es lo que no ves en él, no habla nada de mí", es una forma más de negarnos a conocernos y a mirar qué hay de verdad en lo que el otro me esta diciendo.
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