El campo energético del amor se vive cuando estamos en unión con nosotros mismos y con nuestra esencia, con nuestra propia integridad.
Y se manifiesta hacia el exterior en forma de dulce expansión y de un delicado respeto a la integridad del otro.
Porque el amor nada tiene que ver con los celos, ni con el apego, ni con el preocuparse obsesivamente por lo que le pueda pasar al otro.
Ni tiene que ver con intentar cambiarle "por su bien", ni con agredir de una forma u otra al otro, ni tan siquiera con decirle muchas veces lo mucho que lo quieres.
Para mí, el amor tiene más que ver con el respetar al otro tal cual es, con el permitirle crecer con mi espejo y permitirme a mí mirarme en el suyo reconociéndome en él.
Porque es, cuando nos vemos realmente a nosotros mismos tal como somos, cuando estamos en disposición de ver también a los demás tal y como son, cuando les permitimos ser en toda su plenitud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario