Las quejas sobre cómo está el mundo o la vida, no las considero demasiado útiles. Siempre prefiero ver qué es lo que puedo hacer con lo que hay.
No considero tampoco útil estar centrado en lo que deberÍa ser o en lo que quiero que sea, porque lo importante siempre va a ser lo que es. Y esto es aplicable al mundo o a mí mismo, porque lo importante es lo que realmente soy.
Y una vez veo cómo son las cosas, ya puedo ver cual es mi margen de acción y lo que puedo llegar a hacer. Porque siempre podemos hacer mucho mas de lo que nos pensamos.
Toda acción empieza en mi mismo y es ahí donde más puedo hacer. Y sólo a partir de ese cambio en mí puedo yo cambiar el mundo. Si no es decirle a los otros que hagan lo que yo me resisto a hacer.
Como dice ese famoso lema: Se tú el cambio que quieres ver en el mundo.
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