domingo, 8 de octubre de 2017

RELACIONES Y NIÑO INTERIOR



Nuestro Niño Interior, el niño que fuimos, tiene un peso mucho mayor del que nos pensamos en nuestras relaciones, sobre todo en las de pareja, aunque no sólo en ellas.

Son las necesidades de ese niño no cubiertas en nuestra infancia las que se ponen de manifiesto en formas de expectativas hacia el otro. Desde nuestro inconsciente, nuestro niño espera recibirlo por fin y vive con esa ilusión. 

Esto es algo que carga mucho las relaciones ya que no permite que fluyan libres de un modo natural, y nacen así muy condicionadas.

Por otro lado, eso hace también hace que las relaciones supongan un terreno donde las emociones se encuentran a flor de piel, muchas de ellas con una gran intensidad. Es la vieja herida de la infancia la que vuelve a dolernos cuando no recibimos lo que creemos necesitar.

Y es que hemos de asumir el hecho de que la responsabilidad de atender las necesidades de nuestro Niño Interior es exclusivamente nuestra, que somos nosotros, como personas maduras, los que estamos realmente en las mejores condiciones para poder atender todas sus necesidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario