La culpa es una emoción bastante destructiva que se ha usado para hacer que la gente fuera sumisa, como un medio de manipulación social.
Las culpa nos quita la dignidad y nos hace sentir insuficientes o "malas personas" por el mero hecho de cometer errores. Lo cual es siempre una trampa porque para el ser humano es normal e inevitable cometer errores.
Sentimos culpa no por haber obrado mal, sino por haber hecho algo que contravenía un precepto moral o social interiorizado, nos sentimos culpables por desobedecer algo en lo que fuimos educados o instruidos.
El error exige responsabilizarnos de esa acción concreta y corregirla. Pero la culpa no juzga el hecho sino a la persona y la condena; y no busca tanto la corrección, como el castigo que la redima.
La culpabilidad es una de las crueldades más grandes que nos ha tocado sufrir y es el momento de irla relegando al olvido si queremos recuperar nuestra libertad y dignidad interiores.
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