Es muy habitual que nos tomemos la mayoría de las cosas que nos pasan en las relaciones, sobre todo las negativas, como algo personal hacia nosotros.
No nos damos cuenta de que de quien están hablando esas cosas, realmente, es del que las dice o las expresa, son la manifestacion de cómo está o cómo se encuentra en ese momento.
Es normalmente nuestro niño herido el que nos salta, repito sobre todo ante gestos negativos, reviviendo de nuevo el dolor sufrido en la infancia, los rechazos, o la falta de aprobación o cariño sufridos.
Aún cuando el otro ponga toda su intención realmente en que sea algo personal contra ti, no lo es. Está simplemente proyectando hacia ti el dolor que siente hacia sí mismo o que arrastra de su pasado.
No te lo tomes por lo personal y eso favorecerá que tu amor hacia él no se vea bloqueado y que pueda seguir floreciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario