Una relación sana con uno mismo es la base para unas relaciones sanas con los demás. Ahora bien, según lo saludables que sean las relaciones que tenemos con los demás, así también podremos tener una mejor o peor relación con nosotros mismos.
Indico esto porque la mayoria de nosotros viene de familias con relaciones insanas y de una cultura de relaciones también insanas que impedía o dificultaba mucho la relación con nosotros mismos.
Es por eso que la sanación de las relaciones requiere de un compromiso activo por nuestra parte, no es algo que se pueda producir por sí solo, sin más, como ingénuamente alguno pueda llegar a pensar.
Muchas veces será necesario, incluso, tomar una cierta distancia de relaciones tóxicas o de dinámicas de relación negativas, que nos impiden o nos dificultan el ver bien por nosotros mismos, al menos hasta que mejoremos nuestro estado de conexión propia..
Es importante saber que ése va a ser, inevitablemente, una de las áreas en las que hemos de centrarnos para nuestro proceso de evolución y para poder pasar del miedo (al otro) al amor (con el otro).
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